Mesa de seguimiento de la Estrategia Alimentaria: reflexiones sobre presente y futuro
A principios de mes se reunió la mesa de seguimiento de la Estrategia Alimentaria con el objetivo de poner al día el grupo tras más de un año desde la última reunión.
El orden del día incluyó comunicar las acciones desarrolladas desde el equipo dinamizador de la Estrategia Alimentaria junto a las oportunidades y los retos que se presentan, compartir el avance de los proyectos Food City Boost y Food transitions, así como el estado actual de la Asociación Vallaecolid y, finalmente, establecer juntos los próximos pasos a seguir.
En primer lugar se informó a los participantes sobre los cambios en la concejalía de Medio Ambiente y el inminente fin del contrato de comunicación y dinamización. Este contrato nos permitió, durante el último año, desarrollar más de 140 talleres con CEAS, AMPAs y familias, adolescentes y profesorado, población en situación de vulnerabilidad y educadoras de salud incluyendo visitas a Vallaecolid, Mercaolid y huertas comunitarias así como actividades prácticas y dinamización del Ecomercado de Plaza de España.
Además se presentaron la Estrategia Alimentaria y sus proyectos en eventos como el IX Encuentro Cultura y Ciudadanía, el Congreso Internacional de Agroecología SEAE y a través de colaboraciones puntuales con la radio Cadena Ser, la televisión La8 Valladolid y el Norte de Castilla.
A raíz de este trabajo, la concejalía de Medio Ambiente tiene interés en desarrollar una evaluación de la Estrategia Alimentaria de cara a valorar su continuidad. Con este fin, se hizo referencia al sistema de indicadores elaborado en 2021 por la Universidad de Valladolid que permitió hacer un primer análisis del grado de desarrollo de la Estrategia, los cambios impulsados y las situaciones a las que es necesario dar respuesta.
Los indicadores toman como referencia la propuesta de seguimiento del Pacto de Milán y abarcan todos los campos de acción de la Estrategia Alimentaria de Valladolid: gobernanza alimentaria y nutricional, dietas y nutrición sostenible, equidad social y económica, producción de alimentos, distribución y abastecimiento de alimentos y residuos alimentarios.
Según el borrador de diagnóstico, ha sido bien valorado el proceso participativo y creativo de elaboración de la estrategia aunque las restricciones durante la COVID19 han limitado la capacidad para poner en marcha las acciones previstas. Por otro lado, la inexistencia de una secretaría técnica dificulta el almacenamiento sistemático de información sobre el desarrollo e impacto de la estrategia, más allá de la custodia de los documentos del grupo motor o de la mesa de seguimiento. Esto fue un reto a la hora de medir algunos indicadores.
Por último, el documento destaca la necesidad de reforzar los mecanismos de comunicación y coordinación dentro de la administración municipal para incluir a la Estrategia Alimentaria en sus acciones cuando los objetivos estén alineados. Se recuerda además la importancia de renovar el compromiso de participación en la Red de Municipios por la Agroecología.
Durante la reunión se expresó de común acuerdo la necesidad de fomentar la cohesión entre todos los agentes involucrados en la Estrategia Alimentaria, la participación social y la implicación de entidades e instituciones potencialmente interesadas.
En este contexto, el proyecto europeo Food City Boost pretende analizar la relación entre la producción rural en la alimentación urbana y la agricultura urbana y periurbana y sus impactos. La experiencia de la Estrategia Alimentaria y sus acciones representan uno de los living labs del proyecto, o sea, un entorno de experimentación multiactor para la co-creación de políticas e infraestructuras adecuadas a las necesidades de la sociedad y del territorio. Por esta razón, a pesar de ser un proyecto de investigación, tiene el potencial de impactar políticas públicas y actuaciones concretas que puedan generar empleo, participación social, cohesión territorial, bancos de tierras, asesoramientos, programas de emprendimiento etc.
Los resultados iniciales del proyecto “Food Transitions”, en el que Valladolid representa un estudio de caso sobre las redes alimentarias alternativas, también muestran una red débil y poco resiliente, con pocas interrelaciones y donde tienen poca presencia los nodos institucionales.
Esta falta de impulso se refleja también en el estado actual de Vallaecolid que está trabajando para involucrar a más agentes del sector, productores y consumidores en las oportunidades que ofrecen el centro de acopio con sus repartos semanales y el obrador compartido, y para que su estructura siga siendo sostenible.
¿Cómo se presenta entonces el futuro para la Estrategia Alimentaria? La mesa de seguimiento confirmó su compromiso en plantear propuestas para la continuidad, abriendo la mesa a otras personas, entidades y sectores, repensando nuestro discurso y asegurando que el tema de la soberanía alimentaria en la sociedad de Valladolid no solo siga presente, sino que se expanda a cuantos más ámbitos posibles, como semillas al viento, porque nuestra alimentación es asunto de todas y todos.
Queremos agradecer de corazón a todas las personas que hacen parte de la mesa de seguimiento y que han colaborado con la Estrategia Alimentaria hasta ahora y lanzamos nuestro llamamiento a las que quieren unirse a este camino tan importante y necesario.
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