Una alimentación local saludable para una pandemia global

La crisis sanitaria y económica que nos ha traido la pandemia del coronavirus a nivel mundial ha puesto en evidencia lo poco lógico, sostenible y debil que es nuestro sistema alimentario globalizado. Hacer depender cosas tan primordiales como nuestros alimentos diarios de una gran distribución alejada del territorio de producción, supone un riesgo muy alto para la seguridad y derecho a la alimentación de millones de personas.

Hacer llegar lechugas a España desde Argentina o naranjas desde Sudafrica, usando grandes cantidades de combustibles fósiles con graves efectos para el cambio climático, con grandes incertidumbres económicas sobre la producción de petroleo y con importantes restricciones sanitarias sobre la mobilidad en todo el planeta, generan unas circunstancias cuando menos peligrosas para asegurar el abastecimiento y la seguridad alimentaria de mucha población.

Pero esta pandemia ha puesto en evidencia también como la producción y distribución local de alimentos, muchos de ellos producidos sin químicos bajo criterios agroecológicos, tiene la capacidad de dar respuesta a una situación alimentaria y sanitaria dificil.

La Red de Ciudades por la Agroecología, asociación de municipios españoles adheridos al Pacto de Milán de la que Valladolid forma parte como Secretaria de la Junta Directiva, pone en marcha el 27 de marzo el grupo de trabajo «Políticas alimentarias locales y Covid 19«, para fomentar el intercambio de reflexiones y experiencias. De este grupo ha salido un mapeo a nivel nacional sobre iniciativas locales para el acceso de alimentos sostenibles y saludables durante el estado de alarma y también un comunicado en defensa de la Alimentación local, de calidad y sostenible, como un pilar importante para dar seguridad alimentaria frente a los riesgos sanitarios globales.

Queremos resaltar aqui dos puntos importantes del comunicado de la Red de ciudades:

«En primer lugar, la presente crisis sanitaria pone de relieve la importancia de la buena alimentación como estrategia de salud preventiva. Resulta clave que los poderes públicos centren sus esfuerzos en hacer llegar una alimentación adecuada a toda la población:

• Saludable: basada en alimentos vegetales frescos, legumbres, cereales, frutos secos, disminución de productos de origen animal y eliminación de alimentos procesados.
• Sostenible: que no contamina – como la agricultura ecológica, la ganadería extensiva y la pesca sostenible- y que refuerza nuestra salud, al reducir nuestra exposición a tóxicos y a través de un medio ambiente saludable.
• Local y de temporada: que incrementa la calidad de los alimentos, reduce los desplazamientos y refuerza las pequeñas y medianas producciones locales.

En segundo lugar, las medidas de aislamiento y cierre de flujos nos llevan a resaltar el papel de la provisión de alimentos en el entorno local, de cara a la seguridad alimentaria. Es necesario fortalecer y proteger las pequeñas producciones agroalimentarias sostenibles de proximidad -agricultura familiar, agricultura ecológica, agroindustria artesanal, ganadería extensiva y pesca artesanal y sostenible- y, especialmente, a las mujeres productoras ya que juegan un papel fundamental a la hora de garantizar un abastecimiento alimentario saludable y respetuoso con el medio ambiente. No en vano, la Agroecología ha sido reconocida por las Naciones Unidas como la principal estrategia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.»

Toda la experiencia vivida con la crisis del coronavirus está ayudando a poner en evidencia la importancia de seguir trabajando en una estrategia alimentaria fuerte y estable para la ciudad de Valladolid y su entorno. En seguir trabajando en miles de estrategias locales para la defensa de la producción y distribución local de alimentos saludables. Ya estamos en marcha y en el camino, ahora hay que apoyar al sector productivo y de elaboración y distribución para asentar nuestro sistema alimentario local.