¿Seguridad y resiliencia alimentarias? Si, gracias a los mercados territoriales

Publicado por LeslieGriffiths en

¿Sabías que las redes y sistemas alimentarios de base local alimentan a más del 70% de la población mundial? Además proporcionan trabajo, garantizan el acceso a alimentos de temporada, diversos, sanos y nutritivos a las poblaciones más pobres, sostienen culturas y comunidades, tienen una huella social y medioambiental mínima y son mucho más adaptables a las crisis y perturbaciones mundiales que las cadenas de suministro industriales.

Ya tenemos suficiente evidencia de la fragilidad de las cadenas alimentarias industriales mundiales debido a la dependencia de una logística compleja, las largas y opacas cadenas de suministro, el transporte centralizado y el oligopolio de pocas grandes empresas.

Así las prácticas tradicionales y las culturas alimentarias acaban dejando cada vez más espacio a los alimentos ultraprocesados y a los intereses del agronegocio y de los gobiernos.

Como escribió recientemente Javier Guzmán, Director de Justicia Alimentaria, en El Salto: “En el actual sistema no puede existir nada, a no ser que sea extremadamente pequeño e inofensivo, que no esté controlado, dominado y definido por las grandes corporaciones alimentarias. Son como el glifosato, mata la vida que crece a su alrededor y solo conserva la planta que le interesa a la multinacional”. 

Afortunadamente existe una gran variedad de sistemas y propuestas eficientes de aprovisionamiento de alimentos que tienen el potencial de cambiar el rumbo. Desde los mercados públicos y los vendedores ambulantes hasta las cooperativas, desde la agricultura urbana hasta la venta directa en línea, desde los centros de distribución de alimentos hasta las cocinas comunitarias. Estos se basan en pequeños productores, transformadores y vendedores arraigados en territorios y comunidades que desempeñan múltiples funciones en ellos. 

Los mercados territoriales en específico son el foco del informe «Alimentos con los Pies en la Tierra», publicado recientemente por iPEF Food, como sistemas resilientes. El informe identifica una serie de acciones conjuntas para los gobiernos destinadas a fomentar estos pilares de las redes alimentarias. Entre ellas:

  • Enfocar la compra pública hacia pequeños productores sostenibles
  • Invertir en las infraestructuras, las redes y las personas que sustentan los mercados territoriales
  • Proteger los mercados locales de la cooptación empresarial y apoyar modelos de gobernanza inclusivos
  • Fomentar prácticas agrícolas sostenibles y biodiversas y dietas variadas y saludables.

En este contexto Justicia Alimentaria ha lanzado recientemente la campaña “Reclama tu mercado!” para reivindicar estas infraestructuras alimentarias como públicas y convertirlas en palancas clave para la transición alimentaria. 

También la alimentación, como otros derechos humanos básicos, debe formar parte de una red pública que la proteja, la promueva y la cuide”

Además, en este mapa de infraestructuras, Justicia Alimentaria está recopilando algunas de las experiencias más interesantes e inspiradoras a nivel estatal y europeo como obradores colectivos, mataderos municipales, cocinas centrales o supermercados cooperativos, entre otras. En el mapa la ciudad de Valladolid está representada por la Asociación de productores, elaboradores, tiendas y cooperativas de consumo ecológico Vallaecolid.

Os invitamos por tanto a apoyar las infraestructuras adecuadas y a reclamar las que no existen para que un modelo de producción agroecológica siga existiendo y nos cuide. Nuestra alimentación está en nuestras manos.


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