La alimentación saludable y sostenible es un derecho
El ayuntamiento de Valladolid, junto con la Red de Ciudades por la Agroecología, ha lanzado estas navidades la Campaña “Derecho a una alimentación saludable y sostenible”, enmarcada en la Estrategia Alimentaria Sostenible de la ciudad.
Tal y como afirma María Sánchez, Concejala de Medio Ambiente del consistorio, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), en su Artº. 25, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1976), en el Artº. 11, reconocen el «derecho de todas las personas a un nivel de vida adecuado, incidiendo especialmente en la alimentación y el hambre». La campaña se centra en la defensa de la alimentación sostenible y saludable como un derecho y su objetivo es, por una parte, informar sobre dietas más adecuadas y la forma de acceder a alimentos más saludables y sostenibles, provenientes de sistemas agroecológicos locales; y, por otra parte, visibilizar y ayudar a reconocer la relación entre alimentación y protección de la naturaleza, el cambio climático o emergencias como la COVID-19. Se trata de sensibilizar y concienciar sobre la importancia de la alimentación en la salud de las personas y el planeta, promoviendo hábitos alimentarios sanos y sostenibles para mejorar así nuestra salud y nuestra relación con el medio.
La OMS indica que una buena dieta y un suministro de comida adecuado constituyen dos de los factores más determinantes en la promoción de la salud y el bienestar; e indica textualmente que «dado que las fuerzas del mercado global controlan el suministro de alimentos, la alimentación saludable es una cuestión política».
A pesar de los compromisos adquiridos por las diferentes administraciones públicas, nos encontramos ante una situación de emergencia por el ininterrumpido aumento de enfermedades crónicas relacionadas con la mala alimentación, la falta de ejercicio físico, un entorno insalubre y la degradación de la naturaleza.
Además, sabemos con certeza que la forma en que nos alimentamos está causando graves perjuicios a nuestro entorno local, al medio rural, a la biodiversidad y al conjunto del planeta.
La pandemia de Covid-19 está provocando un aumento del número de personas que tienen dificultades para acceder a una alimentación saludable y sostenible, además de poner en evidencia los problemas de abastecimiento alimentario que una emergencia mundial puede ocasionar en nuestro actual modelo, con la mayor parte de la producción agrícola alejada de las zonas de consumo y dependiente de largos transportes y acuerdos de mercado internacionales.
“El cambio necesario para reducir la enorme desigualdad e inequidad del sistema, donde la distribución agroalimentaria ejerce el poder y el control sobre las demás etapas del sistema alimentario, tendrá que producirse a través de las nuevas políticas públicas”, como asegura María Sanchez, pero también apoyando a nivel individual y social a las personas productoras ecológicas de nuestro entorno que venden en los mercados cercanos, en las tiendas de barrio, en los grupos de consumo, en las plataformas de venta on line directa al consumidor, etc. La producción agroecológica local no solo aporta alimentos saludables y de calidad, sino que también proporciona empleo local, mantiene nuestras áreas rurales vivas, conserva patrimonio etnográfico y cultural, conserva biodiversidad y disminuye el uso de recursos y de gases de efecto invernadero, entre otros muchos beneficios.
La campaña #alimentacionessalud quiere sensibilizar sobre todos estos temas, animando a un consumo más responsable, más consciente y más saludable con nuestra salud y la del planeta.
Más de una veintena de entidades vallisoletanas, agentes públicos y servicios municipales relacionados con la ayuda alimentaria y la Estrategia Alimentaria de la ciudad, acompañan al Ayuntamiento en el diseño y difusión de esta campaña a toda la ciudadanía, que se inicia con el envío de este pequeño video de sensibilización.
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