El uso de plaguicidas nos está costando muy caro

Un reciente resumen de políticas ¨»Pesticidas: un modelo que nos está costando caro. Un análisis de coste-beneficio inicial del sector de los plaguicidas a nivel europeo.» arroja algo de luz sobre el coste que está suponiendo a los estados, la ciudadanía y los ecosistemas, el uso masivo de estos insumos agroindustriales.

Los plaguicidas y herbicidas, junto con los subsidios a la agricultura han provocado una intensificación de la producción, que por un lado ha supuesto duplicar en los últimos 20 años la producción, pero que a su vez ha sido incapaz de erradicar la malnutrición, ni mejorar la dignidad laboral de los pequeños y medianos productores.

Este modelo de producción intensiva tiene asociado unos costos ocultos y no imputados que están relacionados principalmente con la descontaminación del agua, las emisiones de gases de efecto invernadero y las enfermedades de los agricultores causadas por estos productos químicos, pero también con un generoso subsidio de 500 millones que se asigna al sector de los plaguicidas, principalmente en forma de reducciones del IVA. Y esto es solo la punta del iceberg: estas cifras no tienen en cuenta los impactos más amplios y otros subsidios, en particular los de la nueva Política Agrícola Común (PAC) de la UE.

Los costes totales pagados por la sociedad ascienden a 2.300 millones de euros en 2017 en la Unión Europea, más del doble de los beneficios netos anuales del sector. 

El coste oculto de los plaguicidas lo pagamos las sociedades y los ecosistemas.

Además, solo 4 grupos (Syngenta-ChemChina, Bayer, BASF y Corteva) representan el 67% de las ventas mundiales de estos plaguicidas, y este sector altamente concentrado está parcialmente controlado por un conjunto de 5 fondos de inversión estadounidenses y el Estado chino, lo que hace que el sector productor sea altamente dependiente de las decisiones que tomen este Lobby de la agroindustria química.

Si estas empresas de plaguicidas fueran responsables de los diversos impactos perjudiciales de sus productos y tuvieran que pagar los costos asociados, esta industria simplemente no podría sobrevivir económicamente.

Para leer la nota conceptual (EN) Plaguicidas: un modelo que nos está costando caro