Valladolid ya es firmante del Pacto de Milán
El pasado 10 de septiembre se aprobó en el pleno municipal, por unanimidad, la adhesión al Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán por parte del Ayuntamiento de Valladolid. Se suma así a las 177 ciudades de todo el mundo que lo han suscrito hasta el momento y que, consecuentemente, se han comprometido a adquirir un marco estratégico en el que se avance para desarrollar sistemas alimentarios, sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar una comida sana y accesible a todas las personas.
El Pacto de Milán aborda 6 ámbitos de acción: gobernanza alimentaria, nutrición y dietas sostenibles, equidad social y económica, producción agroalimentaria, producción y distribución y desperdicio alimentario. Recoge 37 acciones recomendadas entre las que se incluyen numerosas medidas y acciones ya recogidas en la Estrategia Alimentaria de Valladolid, entre las cuales facilitar el acceso a la tierra de cultivos, la promoción de dietas saludables y de una producción alimentaria saludable, mejorar el abastecimiento y la distribución alimentaria, reducir los desperdicios alimentarios,…
Según María Sánchez, Concejala de Medio Ambiente, «se trata de un marco de acción basado en los derechos, con el fin de reducir los desperdicios de alimentos para preservar la biodiversidad y también mitigar y adaptarse a los efectos de los cambios climáticos.”
En este pleno intervino Demetrio Saster, representante del Grupo Motor que ha participado en todo el proceso de elaboración y redacción del documento de Estrategia Alimentaria de Valladolid y que está formado por más de una veintena de personas pertenecientes a colectivos sociales o que representan a diversos actores económicos locales, universidad o centros de formación agraria,… con implantación en Valladolid o su entorno próximo y vinculados con la cadena alimentaria.
Recogemos aquí sus palabras:
«Este grupo quiere poner en valor la importancia que tiene, tanto la adhesión al Pacto de Milán, como la próxima aprobación del documento de Estrategia Alimentaria de Valladolid y el comienzo de la implementación de algunas de las acciones recogidas en el mismo. Estos documentos vienen a abordar problemáticas socioambietales tan importantes como los trastornos alimentarios (obesidad, diabetes, problemas relacionados con la alimentación infantil y la de grupos sociales desfavorecidos) vinculados a dietas poco saludables, el agotamiento y la contaminación de suelos y acuíferos, el cambio climático o la despoblación en nuestro medio rural.
El Pacto de Milán pone en valor y dignifica el trabajo de productores y productoras locales que apuestan por pequeñas producciones ecológicas y por la venta de proximidad, y articula la ciudad con sus entornos periurbano y rural, con una perspectiva de sostenibilidad social y ecológica de su sistema alimentario. Consideramos que esta perspectiva conjunta de la ciudad y su área de influencia resulta clave para el equilibrio territorial, ecológico y social.
Nos parece de especial importancia que el Ayuntamiento de Valladolid se comprometa a adaptar sus políticas a la Estrategia Alimentaria, lo que supondrá trabajar por la protección y revitalización del potencial productivo de los suelos agrarios con perspectiva de sostenibilidad, para facilitar el acceso (universal, pero especialmente para los colectivos más sensibles y vulnerables de su ciudadanía) a una alimentación saludable, ecológica, diversa y de calidad. Y también para fomentar las redes locales de distribución, para promover una cultura alimentaria consciente, para prevenir el desperdicio alimentario y para implementar órganos de gobernanza alimentaria en los que participen y tengan un especial peso los colectivos vecinales, sociales, económicos, etc. de la ciudad.
Por todo ello, saludamos la iniciativa del Pleno municipal de aprobar la firma del Pacto de Milán. Esta firma abre la puerta y establece el marco político y administrativo para aprobar la Estrategia Alimentaria de Valladolid, que ha sido redactada con el trabajo y la participación de cientos de personas y decenas de entidades locales a lo largo del último año y medio. Esperamos que esta firma permita un verdadero salto en la apuesta municipal por las políticas alimentarias sostenibles y saludables, dotándolas de recursos personales y económicos suficientes para afrontar los grandes retos que la ciudad debe acometer en este terreno».
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